Ética en el emprendimiento: ¿es posible tener éxito sin sacrificar valores?

En esta publicación quiero que te preguntes si es posible tener éxito sin sacrificar tus valores. ¿Es la ética una desventaja en el mundo del emprendimiento, o es, en realidad, tu mayor ventaja competitiva? A través de reflexiones y un toque de sarcasmo, exploramos dilemas éticos que enfrentamos quienes emprendemos y por qué, a veces, elegir el camino correcto puede ser más difícil, pero infinitamente más gratificante. Si alguna vez has dudado entre el beneficio rápido y la satisfacción de construir algo auténtico, esta lectura es para ti.

5/8/20244 min read

Árbol simbólico que representa la ética en el emprendimiento y el equilibrio entre éxito y valores.
Árbol simbólico que representa la ética en el emprendimiento y el equilibrio entre éxito y valores.

Introducción
Nos han vendido la idea de que el éxito y los valores rara vez van de la mano, que no puedes tener las dos cosas. ¿Es verdad o solo otro mito moderno? En un mundo donde el éxito muchas veces se mide solo en cifras y donde, al parecer, hay que elegir entre “ser buena persona” y “ser alguien en la vida”,
la ética se convierte en una elección arriesgada. Así que hoy nos toca explorar si hay espacio para el emprendimiento ético, el que crece con raíces profundas, no con alas prestadas.

¿Qué significa ética en el emprendimiento?
Primero, definamos el asunto. Ser ético en el emprendimiento no es algo complicado de entender, aunque sí difícil de hacer. Hablar de ética en los negocios es hablar de
decisiones que demuestran quiénes somos en cada pequeña acción. Significa no dejarse llevar solo por los beneficios inmediatos. Es pagar a las personas lo que realmente valen, ser honesto con los clientes y crear un producto que no solo cubra necesidades sino que deje un impacto positivo. En resumen, se trata de crear un negocio que puedas mirar de frente y decir: “sí, eso lo hice yo”, y que no te entre la duda de si debiste usar gafas de sol.

Origen y etimología de "ética"
La palabra "ética" viene del griego “ethos”, y no, no significa “éxito”; significa “costumbre” o “carácter”. Es un conjunto de valores que se construyen y que, idealmente, te ayudan a ser una mejor persona. En la filosofía, la ética ha sido un tema eterno: ¿qué significa ser justo, ser honesto, ser bueno? Pero en el mundo de los negocios actuales, ser ético a menudo suena como un lujo o una excentricidad, algo que solo puedes permitirte una vez tengas dinero, como el yoga o los coches eléctricos. Como si el tener valores fuera un impedimento para hacer dinero. Curioso, ¿verdad?

Dilemas éticos comunes en el emprendimiento
Entonces, ¿qué tipo de decisiones difíciles enfrenta un emprendedor que quiere mantener sus valores? Pues básicamente, cualquier decisión donde haya personas o dinero de por medio. Para empezar, ¿cómo tratas a tus empleados? ¿Pagas un salario que les permita vivir o solo “sobrevivir” hasta la próxima quincena? ¿Cómo manejas la calidad de tu producto? ¿Ofreces lo que prometes, o prometes lo que te viene bien en cada momento? Y luego está el dilema actual: ¿eres sostenible porque de verdad te importa el planeta o solo cuando es conveniente para la campaña de marketing?

Es cierto que algunas empresas eligen el camino ético, y aunque no crecen a la velocidad de un cohete, sí logran algo mucho más valioso: ganan el respeto y la confianza de la gente. Esa misma confianza que hoy en día el consumidor busca desesperadamente entre tanta promesa vacía. Porque sí, hay algo que ni el mejor presupuesto de marketing puede comprar, y eso es la autenticidad. El negocio ético tiene algo que los demás no tienen: la habilidad de dormir por las noches sin que las cifras del banco te den remordimientos.

El árbol de raíces profundas vs. el cohete de papel
Aquí viene una metáfora. Piensa en un negocio ético como en un árbol que crece despacio, con raíces sólidas que se anclan en la tierra y aguantan los temporales. Ahora, piensa en esos negocios que buscan el éxito rápido: son como un cohete de papel, listo para despegar… y para desmoronarse con el primer soplo de viento. Porque, claro, ¿para qué construir algo duradero cuando puedes quemarte rápido y, quién sabe, hasta volverte “trending topic”?

¿Por qué algunos ven la ética como una desventaja?
A veces parece que los valores son un lastre para el éxito. El mundo de los negocios está lleno de promesas, tentaciones y atajos. ¿Por qué esperar a construir una empresa respetable cuando puedes inflar tus cifras, vender lo que sea y luego marcharte antes de que alguien te pida explicaciones? La ética se ve como una desventaja en un mundo que ha convertido el “todo vale” en su lema. Lo irónico es que muchos de los emprendedores y emprendedoras que han sobrevivido a la carrera de obstáculos empresarial dirán que, a la larga, los valores son su mayor ventaja competitiva. No es el camino más fácil, claro está, pero es el único que te deja con una reputación intacta y, en el fondo, eso vale más que cualquier cuenta bancaria.

Reflexión final
La ética en el emprendimiento es un acto de fe. Fe en que puedes tener un negocio que no solo se mide en resultados, sino en el impacto que deja a su paso. Mantener tus valores no es un camino fácil, pero es el único en el que, al mirar atrás, sientes que todo el esfuerzo ha valido la pena. Así que, si alguna vez has sentido que te arriesgas demasiado al elegir tus principios, recuerda que el éxito es relativo. Quizás no ganes tan rápido, ni tan grande, pero sí ganarás algo mucho más valioso: el respeto y la paz mental.

Y tú, ¿Qué principios o valores nunca estás dispuesto a sacrificar en tu camino al éxito? ¿Has tenido que enfrentar dilemas éticos y cómo los resolviste?

"El éxito sin honor es el mayor de los fracasos." – Vicente del Bosque