Santa Claus y Olentzero tienen más claro su modelo de negocio que muchas startups
Santa Claus y Olentzero tienen más claro su modelo de negocio que muchas startups. En este artículo, exploramos cómo estas figuras navideñas han logrado permanecer relevantes durante siglos gracias a una misión clara, una logística impecable y una conexión emocional con su público. Si estás buscando lecciones de negocio que trasciendan el tiempo, este post es para ti. Spoiler: no todo está en las métricas; a veces, la clave está en saber entregar ilusión.
12/21/20244 min read


Diciembre. Es esa época del año en la que todo parece girar en torno a regalos, luces y tradiciones. Y mientras muchos emprendedores siguen intentando encontrar su “modelo de negocio perfecto”, hay dos figuras que llevan siglos operando con un éxito innegable: Santa Claus y Olentzero.
¿Te imaginas que un inversor como Santa escuchara tu pitch? O peor aún, que Olentzero revisara tus métricas antes de aprobar tu proyecto... Bueno, quizá tendrían mucho que decirte, porque mientras tú sigues dudando entre pivotar tu idea o seguir buscando clientes, ellos tienen claro su mercado, su misión y cómo satisfacer a millones en una sola noche. Así que, ¿qué podemos aprender de ellos? Te sorprenderá cuánto.
Una misión clara y un propósito sólido
Santa Claus reparte alegría y regalos cada Navidad. Olentzero, por su parte, llega cargado de ilusión y cercanía en las casas de Euskadi -hay a quien le lleva carbón, también hay que decirlo-. Ambos tienen una misión sencilla pero poderosa: hacer felices a las personas, especialmente a los niños, sin desviarse nunca de su propósito. No importa cuántos años pasen, ni los cambios tecnológicos o culturales; ellos no pierden el foco.
Para startups: Una misión clara lo es todo. Si tu negocio no tiene un propósito definido, ¿cómo esperas conectar con tu público? La clave no está en complicarse con grandes discursos, sino en encontrar un objetivo que inspire tanto a tu equipo como a tus clientes. Si Santa puede resumir su misión en una frase —“hacer felices a los niños”—, tú también deberías poder hacerlo.
Eficiencia logística: entrega global en tiempo récord
Hablemos de operaciones. Santa y Olentzero tienen la capacidad de entregar millones de regalos en una sola noche, sin excusas y sin fallos. Esto no es magia (bueno, tal vez un poco), sino una cadena logística impecable. Tienen los procesos afinados, los recursos distribuidos y saben exactamente cómo optimizar su tiempo.
Para startups: La eficiencia operativa no es opcional, es una necesidad. Hoy en día, empresas como Amazon han llevado el modelo logístico a otro nivel, pero muchos emprendedores siguen sin entender que un buen producto no basta; necesitas entregarlo rápido, bien y con la calidad esperada. Según un estudio reciente, más del 60% de los consumidores priorizan la experiencia de entrega sobre el precio. ¿Tú qué estás haciendo al respecto?
Conocer a tu cliente como si estuvieras leyendo su carta a los Reyes
Santa Claus y Olentzero no solo saben quién se ha portado bien o mal; también entienden los deseos y expectativas de cada persona. Esta conexión emocional es lo que los hace relevantes, año tras año. Ellos no venden productos, entregan emociones. Y esto, en términos de negocio, es el santo grial.
Para startups: Conocer a tu cliente no significa llenar una base de datos con información demográfica. Se trata de entender qué necesitan, qué les duele y qué desean. Herramientas como el análisis de datos o la interacción directa son fundamentales para conseguir esa conexión real. Si no tienes claro qué quiere tu cliente, te aseguro que Olentzero lo sabría antes que tú.
Adaptarse a los tiempos: tradición sí, pero con innovación
A pesar de su legado centenario, ambos han sabido adaptarse. Claus ya no solo llega en trineo; también aparece en campañas publicitarias globales, en películas de streaming y hasta en apps de realidad aumentada. Olentzero, por su parte, sigue siendo el referente cultural, pero con toques contemporáneos que conectan con las nuevas generaciones. Ambos han evolucionado sin perder su esencia o la tradición. Las dos cualidades pueden confluir perfectamente.
Para startups: Innovar no es olvidar tus raíces, es adaptarlas al contexto actual. Muchas empresas pierden relevancia porque temen cambiar lo que ya funciona. Pero en un mercado tan competitivo, si no evolucionas, desapareces. La tradición es importante, pero más importante es saber cómo mantenerla viva.
Una marca sólida y reconocible (¡sin gastar en anuncios de Instagram!)
La marca de Santa es universal. ¿Quién no reconoce su traje rojo, su barba blanca y su risa? Lo mismo ocurre con Olentzero aquí, en Euskadi: su imagen es un símbolo de tradición y autenticidad. No necesitan explicarse, porque su identidad está tan bien construida que las personas saben exactamente qué esperar.
Para startups: Tu marca es mucho más que un logo bonito o un feed de Instagram cuidado. Es lo que las personas sienten cuando interactúan contigo. ¿Qué emociones despierta tu empresa? ¿Confianza, emoción, calidad? Si no tienes claro qué transmite tu marca, es hora de reflexionar. Santa no necesita anunciarse en Facebook, pero tú y yo aún tenemos trabajo por hacer...
La resiliencia de mantener un legado vivo
Santa Claus y Olentzero han sobrevivido a guerras, crisis económicas, cambios sociales y hasta pandemias. No importa lo que pase en el mundo; ellos siempre llegan. Esto no es solo una hazaña logística, sino también un ejemplo de resiliencia. Su legado permanece porque saben adaptarse sin perder su esencia.
Para startups: Ser resiliente no significa ser inmune al fracaso; significa aprender de él y seguir adelante. Si algo no funciona, ajusta. Si algo duele, evoluciona. El mercado es un entorno hostil, pero la capacidad de adaptación es lo que diferencia a los emprendedores que sobreviven de los que se quedan en el camino.
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Santa Claus y Olentzero no son solo personajes navideños; son maestros de la gestión empresarial. Desde su misión clara hasta su capacidad de adaptación, nos enseñan que el éxito no depende de tener un gran presupuesto, sino de saber quién eres, a quién sirves y cómo hacerlo de la mejor manera posible. Así que, estas fiestas, mientras disfrutas de los polvorones y piensas en tus objetivos para 2025, pregúntate qué harían ellos. Te aseguro que su respuesta será más útil que muchos libros de negocios. Yo, que tengo un 2025 al que pienso coger con ganas y nuevos proyectos, lo tendré en cuenta.
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GABON ZORIONTSUAK! ¡FELICES FIESTAS!
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